
Este personaje me dió que pensar. ¿Cómo puede alguien hoy en día elegir ser monja? Celibato, pobreza, castidad, clausura, son términos que van asociados a esa vida. No me imago viviendo encerrada por decisión propia.Encerradas en un convento, dedicándose en cuerpo y alma a un dios que dudo mucho que exista, y sabiendo que nunca tendrán un hijo, que jamás crearán su propia familia. Pero no sólo eso, sino que han renegado a placeres comunes como tomar un café con un amiga, ir a la playa, ir al cine... Cosas de lo más normal en nuesras vidas, y que en cambio para ellas están prohibidas. Aquellas que no son monjas de clausura, tienen más libertades, pero siguen siendo pocas para mi. Yo sería incapaz de llevar esa vida. Y eso sin tener en cuenta mi carencia absoluta de fe. ¿Realmente alguien puede tener una fe tan grande como para entregar su vida a su dios? Se me hace tan inimaginable...
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