Los vampiros de antes daban miedo. Mataban, eran crueles, sanguinarios e incluso algunos podían transformarse en animales. Se podían matar, pero no era algo fácil. Para ello había que clavarles una estaca en el corazón o dejarlos a luz del sol. ¡Qué tiempos aquellos en los que un vampiro sólo podía vivir de noche! Y tambien tenían sus fobias: al ajo, agua bendita, crucifijos...

Y todo esto viene a que ayer empecé a mirarme una serie nueva, de vampiros: The Vampire Diaries. Y como no podían ser menos, estos vampiritos tambien van al insti, se hacen pasar por humanos y ligan con chavalitas. Por lo menos estoss no brillan, sino que tienen un anillo chachipiruli que evita que los mate el sol.
La verdad, que quieran contarnos historias de vampiros enamorados de humanos no me importa, incluso algunas me llegan a gustar. Lo que me molesta es esa manía de humanizar al vampiro de esa forma. Estos seres no fueron obra de la imaginación de un escritor o guionista. sino que forman parte de la mitología de varios paises. Y desde siempre se les describió más o menos igual: mueren por el sol, el ritual de la estaca, etc. No van a clase, no brillan, y matan. Tienen que matar para vivir. ¡Echo de menos a los vampiros malos!
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