lunes, 21 de febrero de 2011

Encierro voluntario

Estos días he empezado un libro nuevo: Angelology, de Danielle Trussoni. Entre los personajes principales hay una monja, Evangeline. Y es todo lo contratio a lo que nos esperamos: es joven, guapa, alegre... Con solo 23 años, ya lleva la mayor parte de su vida en un convento. Y en él, descubre una carta que la hace indagar, hasta descubrir la existencia de los nefilim, seres que descienden de la unión de ángeles y humanos.
Este personaje me dió que pensar. ¿Cómo puede alguien hoy en día elegir ser monja? Celibato, pobreza, castidad, clausura, son términos que van asociados a esa vida. No me imago viviendo encerrada por decisión propia.Encerradas en un convento, dedicándose en cuerpo y alma a un dios que dudo mucho que exista, y sabiendo que nunca tendrán un hijo, que jamás crearán su propia familia. Pero no sólo eso, sino que han renegado a placeres comunes como tomar un café con un amiga, ir a la playa, ir al cine... Cosas de lo más normal en nuesras vidas, y que en cambio para ellas están prohibidas. Aquellas que no son monjas de clausura, tienen más libertades, pero siguen siendo pocas para mi. Yo sería incapaz de llevar esa vida. Y eso sin tener en cuenta mi carencia absoluta de fe. ¿Realmente alguien puede tener una fe tan grande como para entregar su vida a su dios? Se me hace tan inimaginable...

jueves, 17 de febrero de 2011

Agotamiento mental.

Sí. Agotamiento mental. Eso es lo que siento. Necesito días de más horas. Horas con más minutos. Me da igual. Quiero hacer tantas cosas a lo largo del día, e intento hacer tantas, que termino agotada. Estudio. Como. Estudio. Leo. Estudio. Miro algo. Estudio. Intento dormir. Pero no descanso. Sueño que estudio. Y me levanto más cansada de lo que estaba.
Llevo todo el día con la cabeza como nublada. ¿Habrá impregnado el mal tiempo del exterior mi cerebro? ¿O acaso este está sobrecargado? Intento estudiar, pero no me concentro. Me empieza a doler la cabeza. Intento relajarme mirando una película, pero me entra el sueño. Intento dormir, pero la conciencia me manda a estudiar y no duermo. Y vuelvo a intentar estudiar.
¡Quiero que sea ya el examen! Quiero salir de este bucle. Quiero recuperar mi vida, tener tiempo para leer un libro, mirar una película, quedar con mis amigos... Hacer todo eso sin estar pensando que debería estar estudiando y no disfrutarlo. Quiero dormir una noche del tirón sin soñar con plazos, órganos de gobierno y quien agota o no la vía administrativa.
¡Quiero recuperar mi vida! Y por supuesto, aprobar.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Los nuevos vampiros

Desde siempre me han chiflado las historias de vampiros. Seres oscuros, sanguinarios, inmortales... Que viven de noche y se alimentan de la sangre de los humanos. Aunque no sólo me gustaban, sino que de pequeña incluso me aterraban. Aún me acuerdo de cuando vez me miré una película de Drácula a escondidas, y luego no me atrevia a acercarme a la tele para apagarla del miedo. Y que durante unos días, cuando salía de noche a la calle, sospechaba de que todos fuesen vampiros.
Los vampiros de antes daban miedo. Mataban, eran crueles, sanguinarios e incluso algunos podían transformarse en animales. Se podían matar, pero no era algo fácil. Para ello había que clavarles una estaca en el corazón o dejarlos a luz del sol. ¡Qué tiempos aquellos en los que un vampiro sólo podía vivir de noche! Y tambien tenían sus fobias: al ajo, agua bendita, crucifijos...
Pero llegó Crepúsculo y todo cambió. Ahora van al instituo y ligan con humanas. El solo no los mata, los hace brillar como si su piel estuviese llena de diamantes. Ains, si Drácula saliese de su tumba... Y luego llegó True Blood, y ahora no sólo viven entre nosotros como uno más, sino que dejan que lo sepamos, y compran sangre como nosotros refrescos. Por lo menos los brillantitos se hacían pasar por humanos.
Y todo esto viene a que ayer empecé a mirarme una serie nueva, de vampiros: The Vampire Diaries. Y como no podían ser menos, estos vampiritos tambien van al insti, se hacen pasar por humanos y ligan con chavalitas. Por lo menos estoss no brillan, sino que tienen un anillo chachipiruli que evita que los mate el sol. 
La verdad, que quieran contarnos historias de vampiros enamorados de humanos no me importa, incluso algunas me llegan a gustar. Lo que me molesta es esa manía de humanizar al vampiro de esa forma. Estos seres no fueron obra de la imaginación de un escritor o guionista. sino que forman parte de la mitología de varios paises. Y desde siempre se les describió más o menos igual: mueren por el sol, el ritual de la estaca, etc. No van a clase, no brillan, y matan. Tienen que matar para vivir. ¡Echo de menos a los vampiros malos!

Empezando

Desde hace unos dias me rondaba la idea por la cabeza, y hoy por fin lo he hecho: ¡me he creado un blog! Aún no tengo muy claro de qué voy a hablar aquí, ni como será estéticamente, ni nada de nada.Tampoco sé si alguien llegará a leerlo alguna vez, aunque malo será, ¿no?
Para empezar, me costó horrores encontrar un nombre. Los pocos que se me ocurrían ya estaban cogidos... ¡Y yo que pensaba que tenía imaginación!
Una vez elegido el nombre, me toca "decorarlo". Y claro, entre que no sé muy bien por donde empezar, y que soy muy indecisa, llevo un montón de tiempo delante de la pantalla cambiando cosas. Ahora este fondo, ahora el otro, mejor cambio el color de las letras... ¡Y no me decido por nada! Y para colmo, voy y descubro que me puedo bajar un "template" ya hecho y ponérselo. Vale que me ahorro el tener que trastear yo, que con lo manca que soy me vendría genial, pero hay tantos que me gustan que no sé que hacer.
Así que por ahora he decidido dejarlo como está y ya seguiré trasteando más tarde.